martes, 8 de noviembre de 2022

Pérdidas y desperdicios de alimentos: gestionan mejoras en 6 mercados concentradores Impulsan una modernización hacia la economía circular y la inclusión de género, con capacitaciones en Buenas Prácticas Agrícolas. 11 de febrero 2022,

 Los mercados concentradores de frutas y verduras son espacios clave para el aprovechamiento de los alimentos frescos y saludables y tiene el desafío de reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.

En los mercados concentradores de frutas y hortalizas apuntan a reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA). Con un abordaje integral para mejorar su distribución y comercialización de alimentos, identificaron cuellos de botella en procesos internos de gestión y los desafíos necesarios para optimizarlos en un marco de economía circular. Capacitar en Buenas Prácticas Agrícolas, lograr más equidad de género, tejer alianzas y establecer una buena comunicación estratégica, son los ejes prioritarios para ser aplicados.

Se trabajó en 6 mercados concentradores ubicados en la provincia de Buenos Aires: el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) en La Matanza, Cooperativa 2 de septiembre del Pilar, Mercado Juana Azurduy en General Rodríguez, Cooperativa Frutihortícola Copacabana Limitada en Luján, Mercado Central de Ezeiza y Mercado Norchichas en Moreno, y en todos ellos se resaltaron puntos a mejorar para lograr un enfoque de circularidad.

Tras una consultoría encargada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la consultoría “PDA, economía circular y sostenibilidad en mercados mayoristas de frutas y verduras”, estuvo a cargo de Ana Julia Gómez y Ariel Monzón, y se inscribe en el proyecto regional “Estrategias público-privadas para modernización de actores del canal tradicional responsables de la comercialización y distribución de alimentos” desarrollado junto con el Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP).

Se concluyó en que es notable la escasa representatividad de mujeres en la toma de decisiones o representatividad de las comunidades de los mercados (con excepción del MCBA). Además, se enfatizó en que el 100% de los mercados necesitan inversión para mejoras y ampliaciones, integrar la mayor cantidad de cooperativistas o puestos en los mercados o ferias móviles, lo que requiere mayor infraestructura, especialmente en los mercados de General Rodríguez y Pilar, mientras que en los Mercados de Luján y Moreno primó la necesidad de afianzar la logística, dado que ambos están próximos a trasladarse a predios de mayor superficie.

Se desarrolló una estrategia de sostenibilidad y prevención de PDA a nivel de cada mercado, que incluyó un plan de implementación de propuestas priorizadas de corto, mediano y largo plazo, y se propuso también, es pos de mejorar la gobernanza de esos mercados, generar alianzas estratégicas con otros actores clave y acompañar con comunicación estratégica y capacitaciones que generen acciones más eficientes en la logística, comercialización y otros procesos.

 “Debemos entender a los mercados como elementos vivos y activos del abastecimiento, la economía, gastronomía, y alimentación de las personas y entender que estos configuran un entramado esencial en los territorios donde se insertan”, expresó João Intini, oficial de políticas de Sistemas Alimentarios de FAO para América Latina y el Caribe.

“Solo 10 países de América Latina y el Caribe son los que tienen mesas de trabajo sobre la temática de mercados. Esta alianza no puede detenerse, debe seguir buscando financiamiento, inclusión, desarrollo, crecimiento, eficiencia. Los mercados van a ocupar un rol importante en la próxima Conferencia Regional de la FAO que se hará a finales de marzo”, agregó.

Intini consideró también que “cuando FAO afianzó su alianza con la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA) para garantizar el abastecimiento de alimentos saludables durante la pandemia por covid-19, empezó a mirar a los mercados, previo a eso no lo hacía. Ahora tenemos una agenda de trabajo para monitorear la situación económica, la oferta y demanda de productos, y apoyar la modernización de los mercados mayoristas”.

 “Los mercados concentradores de frutas y verduras promueven la transformación hacia producciones sostenibles, resilientes e inclusivas. No debemos perder la mirada integradora, con productores, proveedores y consumidores, con la academia, gobiernos locales, provinciales y también el gobierno nacional y el sector privado”, pronunció Alan González Figueroa, coordinador funcional y programático de FAO en Argentina.

González Figueroa agregó que este trabajo de consultoría se enmarca en la agenda 2030, y sobre todo se alinea con la meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que implica de aquí a 2030, reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha. “Lo más valioso es que esta experiencia es replicable, apuesta al desarrollo territorial y destaca la participación de mujeres y jóvenes, como pilares fundamentales”, concluyó.

A los mercados hay que pensarlos como comunidad. Planificar en ellos nos permite tener una agenda a 10 años. Estamos poniendo el acento en las situaciones particulares de cada uno, para ver cuáles son los instrumentos desde las políticas públicas para que estos puedan transformar y reutilizar los alimentos que hoy se tiran”, detalló Javier Cernadas, jefe de Gabinete de la subsecretaría de Desarrollo Agrario y Calidad Agroalimentaria de la provincia de Buenos Aires.

Cernadas hizo hincapié en la transformación necesaria de los mercados tradicionales en la provincia, pero también a que mercados más jóvenes y de cercanía operativicen un programa de reducción de pérdidas y desperdicios y de economía circular, trabajo en el que aseguró, “venimos trabajando hace rato en la Mesa de Mercados Mayoristas Frutihortícolas que creamos desde Buenos Aires, invitando también a participar al gobierno nacional junto con Senasa, INTA y demás municipios”.

“De ahora en más tenemos por delante el desafío de ejecutar algunas de esas líneas programáticas que se propusieron en la consultoría y aseguramos que ahí estará el acompañamiento del gobierno local, provincial y nacional, incluso con financiamiento si fuera necesario, porque somos conscientes de que los mercados generan un impacto inmediato en la comunidad en la que están insertos al mejorar el acceso físico y económico de la población a alimentos saludables”, acentuó

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